El compliance ha sido en los últimos años uno de los temas más abordados en los foros empresariales. Esto debido a que hay consenso en que las empresas deben tener un rol más activo en la lucha contra la corrupción.
Desde el 2018, existe, además, una norma que incentiva esta práctica (Ley No. 30424). Según ésta, las empresas que cuentan con un programa de compliance correctamente implementado quedan exentas de responsabilidad penal o administrativa en el caso de que se vean involucradas en delitos de corrupción, lavado de activos o financiamiento al terrorismo.
Sin embargo, la implementación de programas de compliance es aún incipiente en el Perú. Dada su relevancia, compartimos cuáles, a partir nuestra experiencia, son los puntos más importantes para su desarrollo.
1. Rol del gerente general. Debe ser el principal sponsor, garantizando los recursos necesarios para la implementación del programa y asegurando su cumplimiento. También debe nombrar y supervisar al encargado de prevención.
2. Encargado de prevención. Diseña el programa y verifica su cumplimiento. Para ello, identifica riesgos, en especial en las áreas más sensibles, y propone planes de acción para gestionarlos. Además, define y monitorea el plan de capacitación; y revisa y actualiza el manual del programa. Por último, dirige las investigaciones cuando se reporta un caso.
3. Comité de ética. Lo deben integrar quienes lideran áreas representativas, como, por ejemplo, legal, finanzas y recursos humanos. Sus funciones son impulsar el programa, dar recomendaciones y tomar decisiones en cada caso reportado.
4. Canales de denuncia. El programa debe señalar expresamente los correos electrónicos o líneas telefónicas que un trabajador puede utilizar para realizar una denuncia.
5. Política de no represalias. Es fundamental brindar garantías a los denunciantes y que éstos tengan completa seguridad de que no van a recibir ninguna represalia por reportar una irregularidad.
6. Capacitación. Cada trabajador debe conocer el programa y tener claro que tiene un rol en él, contando con los canales adecuados y las garantías necesarias para reportar algún acto indebido.
La importancia de los programas de compliance radica en que brinda a las empresas herramientas para operar siguiendo altos estándares éticos, así como la oportunidad de convertirse en un actor relevante en la construcción de una sociedad más íntegra.